Uruguay amaneció este lunes con la estrella de campeón del Mundo sub 20 y el pueblo futbolero salió a la calle para darle la bienvenida a sus flamantes campeones que llegaron con la copa.

La mayoría de los hinchas celestes sintieron por primera vez lo que significa que su selección se consagre campeona del mundo, sub 20, es cierto, pero el primer título mundial FIFA logrado por el fútbol uruguayo en todas sus categorías desde el Maracanazo de 1950, conquista de la que solo quienes tienen más de 75 años pueden tener recuerdos.

Los hinchas volvieron a mostrar esa particular conexión que tienen con las selecciones juveniles, algo que llama la atención en los aficionados de otros países, pero que en Uruguay ya es una costumbre cuando la celeste hace una buena campaña.

Todo comenzó en el aeropuerto de Carrasco, donde desde muy temprano llegaron los primeros hinchas, principalmente público joven, padres y madres con hijos chicos, con banderas de Uruguay, Nacional y Peñarol.

La vicepresidenta Beatriz Argimón, en ejercicio de la Presidencia, estuvo en el lugar para recibir a los campeones y saludó a los hinchas con una bandera en su mano.

La fiesta fue tomando forma. Llegó el ómnibus para llevar a los jugadores, tuneado con color celeste y con el “Uruguay campeón del mundo” en la parte frontal y trasera. El chofer aprovechó la espera y se sacó una foto posando junto al coche.

Jorge Giordano, director de selecciones uruguayas, y el intendente del Complejo de la AUF, Claudio Pagani, llegaron al lugar y ayudaron a llevar botellas de refrescos y agua, y un par de heladeras portátiles, para el interior del ómnibus.

Tras verse el avión de la selección en el cielo, la adrenalina fue en aumento. Los jugadores aparecieron y el público estalló. El desfile comenzó bajo un fuerte griterío, que tuvo uno de sus picos más altos cuando Franco “Cepillo” González salió con el trofeo de campeones del mundo en una de sus manos, llevándolo lo más alto posible.
La delegación fue llegando al coche. Broli pasó rápidamente, también el Ruso Pérez, más algunos dirigentes de la AUF.

El ómnibus arrancó suavemente exactamente a la hora 12.13 por la calle interna de estacionamiento de la terminal aérea y los hinchas comenzaron a correr, algunos junto al coche y otros rumbo a la zona de salida para verlos pasar una vez más.

En ese momento el coche avanzó casi a paso de hombre, rodeado por los hinchas que iban caminando, filmando y cantando. La sorpresa fue la presencia de Luis Suárez, se subió al coche y acompañó a los campeones, sacándose fotos y disfrutando.

Los hinchas coparon las veredas para ver pasar a los juveniles. Familias, trabajadores que hicieron una pausa al mediodía, estudiantes de colegios y de liceos que se hicieron la rabona, niños de escuelas y de jardines de infantes con sus maestras…

El viaje de los campeones siguió rumbo al Estadio Centenario, el punto culmine donde los jugadores bajaron del ómnibus sobre las 15:00. En ese lugar hubo miles de hinchas que fueron llegando con la ilusión de ver a los futbolistas que se metieron en la Tribuna América.

Fotos, autógrafos, el último saludo a los campeones cerraron el homenaje del pueblo uruguayo a los mejores jugadores del futuro del fútbol.